Band of Horses: “Things Are Great”


Por: Eduardo M. López

Como si quince años transcurrieran en un abrir y cerrar de ojos,  nuestra carismática "Banda de Caballos" llega al 2022 con este "Things are great" (BMG), un estupendo trabajo que, en un imaginario paralelo, podríamos ubicar a continuación de aquella magnífica dupla formada por su debut, el aclamado "Everything all the time" (Sub Pop, 2006) y su continuación, el notable "Cease to begin" (Sub Pop, 2007), ambos para el prestigioso sello independiente, haciéndonos olvidar los devaneos estilísticos que llegaron en entregas posteriores durante la siguiente década. 

Cabe reseñar a estas alturas la determinación de Ben Bridwell, vocalista y líder de la banda, por mantenerse bajo la denominación de Band of Horses. Tras la publicación de "Why are you ok" (BMG, 2016) abandonaron la formación casi de manera simultánea el guitarrista Tyler Ramsey y el bajista Bill Reynolds, sustituidos aquí en idénticas labores por Ian MacDougall y Matt Gentling, quien ya había salido de gira con el grupo en 2007. Todo ello, sumado a los cambios en la formación durante sus primeros años de vida, hacen de Bridwell el único miembro permanente desde sus inicios. Aún con todo, el carismático líder de Carolina del Sur demuestra moverse bien en aguas turbulentas.

"Things are great" contiene, para regocijo de sus seguidores, todos los elementos que han hecho de Band of Horses una banda por la que resulta muy sencillo sentir simpatía: esa mezcla de guitarras zigzagueantes, coros hiper reverberizados y la voz tan característica y aguda de Bridwell, capaz de contagiar optimismo hasta en el mensaje más desgarrador. Pero aquello que hace definitivamente que este "Things are great" gane peso, junto a la celebrada contención estilística en lo musical, son los textos de su vocalista y líder, quien, sin pretender elaborar líneas de alto nivel, nos entrega aquí algunos pasajes más que notables. Bridwell ha vivido experiencias, digamos, crudas, durante los últimos años y así lo deja claro desde la efectiva "Warning signs" (Señales de alarma), canción que abre el disco. Hay tiempo para el abandono en la cálida y hermosa "In the hard times", así como para retratar momentos traumáticos de una escena familiar en la certera "Aftermath". Contribuyen al desarrollo del disco los efectivos singles "Crutch", "In need of repair" y, muy especialmente, "Lights", canción que guarda más de una similitud formal con "Casual party" y candidata a sumarse al repertorio en directo de la banda con carácter casi definitivo. 

Bridwell coproduce en esta ocasión el álbum, acompañado a los mandos por Wolfgang Zimmerman. Por la mesa de control asoman también Jason Lytle (productor de su anterior disco), Dave Fridmann (Flaming Lips) o Dave Sardy, todos ellos habituales en el círculo de la banda. Sería grato que, dentro de este entorno, el de Carolina del Sur lograra dar estabilidad a su formación, evitando por el camino volantazos estilísticos del pasado.

Con "Things are great," Band of Horses vuelven al lugar donde tendrían que haber permanecido en 2007, recuperando sus señas de identidad, allí donde mejor se encuentran y donde, reconozcámoslo, deseamos que cabalguen la mayor parte del tiempo.