“Simplemente queremos comunicarnos con la gente, compartir cosas y creo que lo conseguimos”
Es un hecho que Standstill es una de las bandas del momento. Con su inclasificable estilo junto con la originalidad, seriedad y personalidad de todo lo que rodea su obra, se han servido para ir escalando peldaños y ganarse la admiración de todo el mundillo musical. Desde que vio la luz Adelante Bonaparte han realizado infinidad de conciertos a lo largo y ancho del país mostrando los distintos espectáculos con los que han escenificado este fantástico álbum. Un álbum que se ha colado en los puntos más altos de las listas de la gran mayoría de las publicaciones especializadas. Y con el que el viaje que emprende Bonaparte sigue adelante llevando a sus autores a recorrer más asfalto de ciudad en ciudad.
Aprovechando su parada en Madrid para participar en “Los Retratos Mahou” nos citamos con Enric en el teatro donde este fin de semana se van a celebrar sus dos conciertos. Los Teatros del Canal. Nos sentamos en dos butacas del deshabitado teatro y mientras técnicos trabajan en el escenario comenzamos una relajada y agradable charla con el responsable de la dirección artística, lírica y musical de Standstill. Disfruten de esta charla con Enric Montefusco.
En primer lugar me gustaría saber cuáles son las sensaciones que tiene la banda con respecto el proyecto y la etapa Adelante Bonaparte ahora que ha pasado un poco el tiempo.
Así como muy en general, Adelante Bonaparte ha sido por nuestra parte llevar más lejos aún, o todo lo lejos que podíamos, las mismas ideas y la misma manera de entender el grupo que ya hicimos con Viva la Guerra. Me refiero en términos de trabajar mucho lo que no es estrictamente musical. La puesta en escena, la imagen en general, la comunicación. También obviamente la autoproducción. Apostando por ser nuestros propios jefes y no tener que debernos a nadie para hacer las cosas siempre a nuestra manera. Hemos llevado esas premisas más lejos y cuanto más lejos las llevamos, mejor nos van las cosas. Nos reafirmamos. Ha sido una reafirmación de que la dirección que tomamos es la adecuada.
Es un disco que personalmente me causó mucha impresión al recibirlo. Y siempre me ha surgido mucha curiosidad acerca del cómo sería el trabajo que hay detrás de este disco, cómo sería el trabajo de composición y desarrollo del concepto ¿Cómo fue el proceso de creación?
Los procesos de creación son muy caóticos y no somos nada metódicos, el que menos yo. Siempre empieza igual, con una serie de canciones o de ideas que necesitan salir y espontáneamente aparecen en forma de frases, melodías e intensidades musicales. La temática del disco no es nada premeditado, ni calculado, simplemente es lo que tenía que ser. Cuando entendí de que iba el disco vi lo que creía tenía que tratar de hacer. Intenté dar una forma acorde con ello, entendí que todo esto hablaba del paso del tiempo, de la vida, la muerte… y para tratar estos temas de una forma específica y sin seguir ningún tipo de inercia nos iba bien separar en tres Ep’s y separar tres etapas diferentes de la vida. De alguna forma el tener que cambiar el cd y hacer esa pausa y que suenen otras canciones con otra sonoridad y con una entidad propia, permite hacer ese tipo de viaje o dramaturgia. Luego decidimos vestirlo en lo musical cada ep acorde a lo que se quería decir en cada etapa vital que refleja cada ep y lo llevamos lo más lejos que pudimos, en ese sentido huimos del Pop y del Rock.
Es algo que queda claro desde que nos encontramos con el diseño del álbum. Un formato que me parece fascinante y que en mi opinión devuelve ese valor de arte a la música. Lo vuestro es una búsqueda incansable de lo diferente.
Se puede definir en negativo o en positivo. Yo prefiero definirme siempre en positivo. No se trata de romper nada, me gusta ser yo mismo. Quiero hacer cosas con personalidad, auténticas de alguna forma y con las que yo esté cómodo. El hacer que cada copia fuera irrepetible y darle ese valor de objeto “único” y que eso lo tuviera la gente me parecía que tenía sentido con el disco y con nuestra propia forma de entender la música y el arte. Sin duda eso lo valora la gente cuando lo recibe.
Siempre le doy un especial valor a los vinilos, y con este disco, creo que le viene al pelo la edición en vinilo del triple Ep en 10”.
Sí. De hecho desde el principio nos ha gustado mucho y nos remite a lo más auténtico. El 10” me parecía el formato como más exótico, bonito y especial, y por fin he encontrado la excusa para poder sacar un triple de colores. Es lo más exótico y estimulante que se me ocurría por fin tenía todo el sentido del mundo con este disco.
Los conciertos a lo largo de la gira han experimentado cambios. Utilizais tres espectáculos distintos Rock, Room, y ahora, Bonaparte Ensemble ¿Cómo definirías los tres espectáculos? y ¿Qué os permite cada uno de ellos?
Bueno… Standtill está claro que tiene muchas caras, distintas aristas o lados, y solo en escena ya hay distintas caras. Incluso podría haber una cuarta, que pocas veces hacemos pero está el acústico. Se puede vestir de esa desnudez nada más que una guitarra y una voz, pero en principio nos interesa más trabajar las otras. Cada una pone el acento o el punto de mira en distintos aspectos del grupo. El formato Rock el énfasis lo ponemos en la comunicación con el público, el feedback, la comunión y la celebración de que hemos compartido esto muchas veces en casa con el álbum y ahora nos juntamos todos y lo compartimos y lo celebramos. Mezclamos canciones antiguas con canciones nuevas. Es todo muy fluido y muy divertido. Room es una adaptación integra de Adelante Bonaparte llevada escena. Con un trabajo escénico y audiovisual muy duro que da muchas claves para entender de una forma diáfana el sentido del disco. Es complementario a la escucha. Room es poner el acento en la historia de Bonaparte. Es un viaje a través de los audiovisuales. También está el formato de la Bonaparte Ensemble que lo que intentamos hacer es jugar y aprovechar todo lo que se propone en en el disco en términos estrictamente musicales e instrumentales. Que es mucho. Cada ep es una línea diferente, con un tipo de arreglo diferente, ecualización diferente, sonoridades… Todo es diferente. Son tres universos distintos. Eso cuando lo aplicas al formato de Rock o Room tienes que prescindir de mucho de este trabajo y es una pena, nosotros lo vivíamos como tal y, en cuanto pudimos recogimos a todos los músicos que habían participado más alguno nuevo y hemos montado unos conciertos para disfrutar de toda la riqueza que tiene este disco y que este formato posibilita. También aprovechamos para recuperar temas antiguos y vestirlos con este espectáculo.
Ya lo habéis hecho en el Palau de la Música en Barcelona, está vez en este mismo teatro será la primera vez que en Madrid vamos a ver este espectáculo ¿Cómo han sido los ensayos y la preparación para llevar a escena este nuevo formato? Porque si no me equivoco os acompañáis de una orquesta.
Es una orquesta entrecomillas. Es una mini orquesta formada por un cuarteto de cuerda, una sección de percusión y otra de vientos. Son secciones pequeñas pero hacen su función muy bien. Para nosotros estos días de ensayo son muy agradecidos. La primera vez que lo hicimos era más estresante porque es un pollo. Situar a trece músicos y que no se molesten los unos a los otros es complicado y hay que poner orden y coordinar a toda la gente personal y artísticamente, es un dolor de cabeza al principio, pero ahora que ya está hecho los ensayos son muy agradecidos. Tenemos muchas ganas de mostrarlo porque nos sentimos realmente contentos con el resultado.
Habéis actuado en todo tipo de recintos y escenarios, desde grandes festivales, a salas emblemáticas, circos, y teatros. ¿Cuál crees que ha sido el mayor reto al que os habéis enfrentado hasta ahora en esta gira?
El formato Room al final es el que es más complicado de llevar a las ciudades, por cuestiones técnicas. Por ejemplo a Madrid al Círculo de Bellas Artes nos costó muchísimo. Estuvimos meses primero para conseguirlo y luego para gestionarlo. Tenemos que poner mucho de nuestra parte para que salga y funcione. Es un poco la contrapartida de hacer las cosas de un modo diferente. Llegas a un sitio y los técnicos del lugar no entienden lo que estás haciendo y no pueden aplicar lo que han hecho la semana anterior y todo es más complicado para todos. Es el precio que hay que pagar y a nosotros desde luego nos compensa, porque después cuando la gente lo ve se lleva una experiencia que no ha vivido antes, y eso, si fuera fácil lo haría todo el mundo.
Los conciertos de Standstill que he podido disfrutar siempre me han parecido muy intensos muy trabajados. Creo que se da una conexión especial entre el vosotros y el público por encima del estilo que cada uno pueda tener.
Yo me siento afortunado de poder hacer lo que necesito hacer, lo que me apetece y lo que me parece interesante y estimulante. Puedo estar cagándome en dios o cantándole al amor y ver que eso llega y que la gente te comprende, ahí se da una complicidad muy bonita, más allá del estilo o del palo que vayas. Estamos más allá de ningún palo, simplemente queremos comunicarnos con la gente, compartir cosas, y creo que lo conseguimos.
¿Hasta cuando estaréis de gira? y, aunque quizá sea muy temprano, Tenéis algo en mente para el futuro de la banda?
La gira durara aun hasta mediados del año que viene, precisamente al contar con estos distintos formatos nos permite alargar las giras y volver a las ciudades con una cosa diferente… Eso nos da más vida. Y en paralelo trabajando en cosas nuevas pero no se sabe para cuándo habrá algo nuevo.
Por: Iván González
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