Drive-By Truckers: "American Band"

Por: Kepa Arbizu 

La historia de Drive-By Truckers es relativamente conocida. Tras abandonar la banda Jason Isbell, allá por el 2007 (años más tarde sufrirían otra baja relevante como la de la bajista Shonna Tucker), la tricefalia compositiva dominante perdía uno de sus sostenes recayendo desde ese momento el peso en la valía de Patterson Hood y Mike Cooley. Ese tránsito dejaba atrás el resultado de algunos álbumes esenciales para el rock de los últimos años como "Decoration Day" o "The Dirty South". A partir de entonces los norteamericanos se instalaron en un meritorio, pero sin la exultante brillantez pasada, territorio musical. Una situación que parecía no tener retorno hasta la llegada de este nuevo y sorprendente, precisamente por esa siempre difícil capacidad para volver a estados pasados, "American Band". 

La portada elegida para glosar estas nuevas composiciones resulta ya del todo impactante, primero por su belleza pero sobre todo por la simbología que esconde. El blanco y negro sobre el que se observa la icónica bandera de las barras y estrellas a media asta resalta uno de los elementos que han sido características en el grupo y que no es otro que su habilidad para retratar, por medio de un rock clásico tan incisivo como nostálgico, esas realidades subterráneas del modus vivendi estadounidense. Si el acercamiento político siempre ha formado parte de esa radiografía casi sociológica, en este reciente episodio toma una presencia primordial -en buena medida por los episodios actuales que refleja- resaltada todavía más por su perfecto y rudo andamiaje sonoro.

Junto al que ya parece un elemento inseparable de Drive-By Truckers, el productor David Barbe, los de Athens muestran en estas nuevas canciones toda esa expresividad, territorio alcanzado por muy pocos, que se sustenta en buena medida en la emocionante explosividad de unos riffs que, dicho sin ningún ánimo de menospreciar su originalidad, tiene como antecedente paterno a Neil Young. Una influencia, a la que no estaría de más añadir elementos de Springsteen o The Replacements, omnipresente y que da gusto verla aparecer, siempre en una herencia perfectamente asimilada y personalizada, en su faceta más rockandrollera por temas como el "Ramon Casiano" o "Surrender Under Protest", auténtico himno nacido para alentar el espíritu combativo de las masas. Junto a ellas, los ingredientes que contiene "Kinky Hypocrite" , ese piano boogie y buenas dosis de desparpajo, le sitúan en ese mismo ambiente bajo un claro rimo stoniano. 

Poco importa que "Guns of Umpqua", "Sun Don't Shine", probablemente la más poética de todas ellas o "Baggage", cargada de un melancólico poso narrativo, se traten de medios tiempos, en ellas siguen latiendo y ardiendo unas guitarras que alcanzan a clavarse con igual precisión. El tono de voz tan peculiar de Patterson Hood, que parece alimentado de toda la nostalgia imaginada, dirige el casi marcial paso de las guitarras presentes en "Darkened Flags on the Cusp of Dawn", mientras que es la sobria profundidad de Cooley la que sobresale en "Once They Banned Imagine"; junto a la acústica "What It Means", con una cadencia más folk-country, significadas como los ejemplos más palpables de un receso, nunca relativo a la calidad, en cuanto a esa apoteósica electricidad. 

Drive-By Truckers desde sus inicios convirtieron su rock americano en toda una narración acerca de esa clase media de la América profunda que esconde su gen de superación entre anhelos, derrotas y el duro coste del día a día. Una mirada que surgía desde la realidad sureña para acabar catapultándola a un entendimiento más genérico y universal. Si bien esa certera capacidad nunca la perdieron, no se puede decir lo mismo de la relativa a lo estrictamente musical, esa que antaño sobredimensionaba todavía más su discurso. Por suerte, con "American Band", han retomado su mejor faceta y logran, de nuevo, reconciliarnos con ellos y su esencia, manifestada como una representación propia y de enjundia de la música popular norteamericana a través de un disco tan emocionante como rotundo que prácticamente solo una banda como ellos podía llegar a hacer. Y por suerte así ha sido de nuevo. Bienvenidos.