Mitch Ryder: "The Roof Is On Fire"


Txema Mañeru.

El bueno de Mitch es una de las mejores gargantas de soul, rhythm and blues, rock’n’roll y blues blancas de la historia. Esa gran calidad y su poderío escénico no han estado debidamente correspondidas con un mayor reconocimiento público que siempre debió tener. Desde que comenzó hace casi 60 años con The Detroit Wheels, en la ciudad del motor, hasta la actualidad ha dejado bastantes buenos y significativos discos de estudio. Pero han sido muchos más los conciertos memorables y la gran entrega en sus directos, los que le han hecho ser acreedor a un mayor prestigio. De hecho, apareció en las páginas de El Giradiscos hace 6 años con un artefacto en directo increíble y muy recomendable como fue su caja “Live At Rockpalast” (MIG-Music / Karonte). Un total de 3 compactos y dos DVDs que se iban hasta las 3 horas y media de buenas actuaciones en Alemania que recogían conciertos de 1979 y  2004.

Ahora, también desde Alemania, el prestigioso sello de blues alemán, Ruf Records, nos trae un guapo doble compacto en triple digipack también en directo y de sus giras por dicho país en 2019 y 2020 cuando estaba celebrando su gira aniversario de sus 75 años de vida, que ahora serían ya casi 80 que es cuando se publica el destacado material. “The Roof Is On Fire” (Ruf / Karonte) trae lo que indica su título y  mucho fuego real, gracias en parte por el acompañamiento que le rodea,  unas sólidas formaciones alemanas con dos guitarristas y dos fabulosos teclistas que también aportaron saxofón, coros y armónicas en bastantes temas. Al bajo, repite, de otras giras de décadas atrás en el Rockpalast, un buen Manne Pokrandt ahora a las cuatro cuerdas y aportando buenos coros. Como él mismo afirma en las notas interiores del disco, está junto a una experta banda con la que ya había actuado en numerosas ocasiones y, por ello, los resultados son más que sólidos. De hecho, muchos de los temas que aparecen y las versiones de otros grandes que Mitch ha hecho propias con su voz, ya estaban en ese directo en el legendario Rockpalast

El álbum está muy bien dividido en dos compactos que se extienden hasta los 85 minutos de duración. El primero tiene como subtítulo “Tuff” y es el más agresivo y eléctrico, claro. Así tienen un trepidante arranque con "Betty’s Too Tight", un tema de poderoso soul-rock con el destacado órgano de Rene Decker en este caso. Siguen con la velocidad rhythm and blues y una fulminante slide guitar con buenos solos en "Tough Kid", donde destaca con la armónica el otro teclista, “Boddi”. Mitch siempre ha sido una gran fan de Bob Dylan y en esos mencionados directos del Rockpalast ya nos sorprendió con un guitarrero "Wicked Messenger". En esa época tocaba también sus grandes versiones del "Subterranean Homesick Blues" y el "From A Buick 6" que vuelven a destacar en este disco, la primera en su ya clásica versión más cercana al más puro rock’n’roll eléctrico. 

Eso sí, la mayoría de composiciones vuelven a ser del propio Mitch, y así regresa con uno de sus más sólidos clásicos como es "Ain’t Nobody White", que solía firmar con el subtítulo de "Can Sing The Blues" y donde vuelve a demostrar que vaya si puede. Al igual que en el rhythm and blues trotón con gran armónica, estribillo y buenos punteos de "Tuff Enuff". Tras ella, llega esa ya citada "From A Buick 6", que vuelven a bordar y a sentir. Cierran el primer compacto con otra versión asidua en sus directos como es la genial "Heart Of Stone" de los Rolling Stones, convertida en un lento con su voz rota desgarrándose que se va más allá de los 6 minutos. 

El segundo compacto se titula “Soft” y transita por su lado más tranquilo, como indica su nombre. Comienza con el blues calmado y hermoso, de firma propia,  "Freezin In Hell" y sus buenos punteos y órgano que una rota voz y un destacado piano le acerca al mejor Mark Knopfler. Siguen con su pedazo de blues lento titulado "All The Fools It Sees", mientras que el gran manejo de las teclas sobresale en "If You Need The Pain", con aires al mejor Warren Zevon . Luego llega el momento de una espectacular versión del "Many Rivers To Cross", de Jimmy Cliff, con un órgano brutal a cargo de “Boddi” que recuerda a los de Dylan en la trilogía del mercurio con Al Kooper. Me encanta el ritmo cadencioso, un poco en plan J.J. Cale, de "Red Scar Eyes", suena exquisita con la música fluyendo y su voz empastándose de manera genial. 

El final no podía más que ser para otra de sus versiones que él ha hecho ya propias. Se trata del "Soul Kitchen", de The Doors, que lleva por encima de los 16 minutos y que lo tiene todo con el saxo dialogando con las guitarras. Rula mucho tiempo a cámara lenta pero luego explota con el buen estribillo y vuelve a desbordarse con buenos solos de guitarra y otro muy logrado con el saxo. ¡Seguro que está preparando su gira de 80 cumpleaños para el próximo año en ese segundo hogar que se ha convertido para él en Alemania! A ver si nos lo graban también.