Sala Upload, Barcelona. Sábado, 27 de septiembre del 2025.
Texto y fotografías: Àlex Guimerà.
A menudo valoramos más el talento de artistas de fuera que los que tenemos en casa. Por eso es importante no perdernos sesiones como la que pudimos vivir el pasado sábado día 27 en una Sala Upload barcelonesa en plena ebullición por las Fiestas de la Mercè. El evento suponía la puesta de largo en casa del maravilloso álbum “My Senses” que la cantante del Maresme publicó en primavera. El programa incluía la presencia de Sergi Estella para el arranque y el anuncio de una serie de invitados para el concierto principal, algunos de los cuales finalmente acabaron cayendo.
Bien temprano, a las ocho y media, arrancó el vallesano para dejarnos alucinados con la originalidad de su propuesta. Situado en medio del escenario, cual hombre orquesta, tocó de forma poderosa distintas guitarras hechas a mano, mientras con los pies marcaba los ritmos al bombo y platillos y cantaba con su rasgada y potente voz, como si fuera un intérprete sureño americano. Por si fuera poco se reveló como un fabuloso showman, medio predicador y gran cómico –ojalá muchos monologuistas que llenan las salas de nuestras ciudades tuvieran la mitad de gracia y desparpajo– en sus parlamentos y explicaciones de las canciones.
Fue de este modo como interpretó títulos raros como “No trobo lloc per aparcar”, con la que narró sus peripecias para aparcar su furgoneta tras haberle dejado tirado su banda, “Sunmi de Missouri”, una oda a los palitos de cangrejo, o “Ma mare ha enviat uns sicaris perquè li torni els seus tuppers”, en donde contaba cómo se defendía de unos sicarios mandados por su madre para recuperar los tuppers que aquélla le había dejado. Pero es que al margen de su vertiente humorística, musicalmente el tío es muy bueno, clava las canciones, con esa voz privilegiada que tiene y esas guitarras tan singulares que se fabrica con materiales raros, una al estilo Bo Diddley con la caja cuadrada hecha con una maleta, otra elaborada a base de latas de cerveza o la que había construido con los restos de una barca. Encima nos metió un trozo del “Virolai”, tocó “Down, Down, Down”de Tom Waits (claro, referente suyo) o la intro de “Vodoo Child” de Hendrix. Este barbudo de Rubí debería de promocionarse porque es único en su especie.
En el descanso entre conciertos las pantallas del escenario nos mostraron el making off del disco “My Senses”, donde pudimos conocer las historias y el proceso de grabación que se esconden detrás del formidable trabajo. Al terminar el video entró la banda de músicos liderada por Toni Espelta y la solista vestida de rojo y con el sombrero vaquero en la cabeza. El concierto arrancó de forma atronadora con las dos guitarras a todo voltaje y la sección rítmica a todo trapo, y dejando claro que estaban allí por el rock’ n roll. No tardó en subirse al escenario la primera invitada, Susana Colt, de la banda zaragozana Montana Stomp. Con su look Ramones y su garganta Janis Joplin, desplegando más energía si cabía aún en el escenario. ¡Ah! Su intervención fue rubricada con el riff de "Layla", de Eric Clapton.
Sobra decir que “My Senses” fue el centro de la fiesta con sus estupendos temas. Así escuchamos “Sunday Morning” presentado por Jodie como una misa dominical, y las texturas Country comenzaron a desplegarse. La prodigiosa voz de la cantante y esas melodías perfectas para el género no parecen haber surgido por una catalana currante y recientemente madre con la ayuda de su marido, sus padres y su banda, sino que parecen surgidos de la mejor tradición de Nashville. Seguro que si fuera una artista norteamericana muchos se estarían tirando de los pelos, lo que nos lleva a reflexionar si valoramos suficientemente lo que tenemos en casa.
El bolo siguió con esa “Farru” dedicada al fallecido perro de la cantante, con el videoclip en pantallas en el que aparece la protagonista conduciendo un tractor en medio de unos campos verdes. Toni nos coló “Ghost Riders In The Storm” con su guitarra, bromeando con Johnny Cash, quien al parecer había inspirado el tema. Le siguió otra que Jodie había compuesto “para su otro perro, el más fiel”, refiriéndose a su compañero de vida Toni, en esa preciosa balada llamada “Eternity”. Acto seguido, el propio Toni, cantó una estrofa de la taciturna “This Lovely Night” que coronó dándole un beso a su esposa tras el gorro de cowboy.
Los invitados siguieron desfilando con la presencia de Sweet Negrita que aportó su bonita voz, y Estrella Cabrera, madre de la cantante y responsable de cinco de los temas del álbum y que se atrevió con “That Light On Me”, que según nos contó la compuso tras tener una especie de revelación mística al ver una linea de luz. Estrella es una gran compositora y a ella debemos mucho de “My Senses”. Un nuevo intruso invadió la escena, era Sergi Estella con una de sus cachivaches de seis cuerdas para meter solos épicos y voz en “Way’s Hard”; le siguió Aleix Lozano de los Willy & The Poorboys, la banda tributo a la Creedence Clearwater Revival, reuniéndose de nuevo con sus compañeros. Y es que la banda de Jodie Cash se compone prácticamente por los mismos músicos que los Willy. Aleix, también miembro de The Grassland Sinners, es un formidable guitarrista, lo que demostró al mando de una espectacular y plateada Gretsch que tocó con el tubo slide en “Changes In The Wind”. Y cuando pensábamos que lo habíamos visto todo va y nos aparece una leyenda del rock barcelonés como es Ricardo Papaceit “Chele” de los Bombarderos, quien cantó por "Call Me the Breeze", de J.J. Cale con la energía de los Dr. Feelgood en uno de los grandes momentos de la noche. Y para cerrar el concierto, una “Comeback Home” que dio paso a los bises con Jodie y Toni sentado en las escaleras con la acústica antes de dar paso a la banda y a todos los invitados para desfasarse al son de “Rollin’ Swingin’”, que fue un perfecto final a la velada.
Con su último álbum Jodie Cash ha virado hacia el country, ha tenido que cambiar su forma de cantar, ha rescatado canciones maravillosas de su madre y ha compuesto otras del mismo nivel, para clavar el que será uno de los mejores álbumes del año sin duda. Un disco que poco tiene que envidiar a las maestras del género Dolly Parton, Loretta Lynn o Patsy Cline, y que nadie que se considere fan del género debería perderse. Por ello los espectadores de la pasada edición del Huercasa celebraron su música , y así la celebramos también quienes presenciamos el bolazo que esta heroína de la clase trabajadora, Jodie Cash, dio junto a los suyos en la Sala Upload este final de septiembre.