Entrevista a Jaime Anglada

“Todas mis canciones tienen un poquito de sal mediterránea por encima”

Sin duda “Stereo” es su mejor trabajo hasta la fecha y uno de los mejores discos de rock nacional publicado en el presente año. Lo que coloca a este artista mallorquín en el momento más dulce de su carrera.

Mañana jueves 11, en la sala La Boite de Madrid, le podremos ver en formato acústico compartiendo cartel junto con Maikel de la Riva y LeviStraus.

Algunos días antes tuvimos el placer de compartir un buen rato con Jaime Anglada a su paso fugaz por la capital. Venía a presentar su flamante nuevo disco en la Fnac de Callao y no podíamos dejar pasar la oportunidad de preguntarle tranquilamente diversos aspectos de su carrera, así como detalles de su último disco, el presente y el futuro próximo. Además hablamos sobre lo que nos apasiona, que no es otra cosa que la música rock.

¿Estas de acuerdo en que “Stereo” es tu mejor disco?
Estoy totalmente de acuerdo, es mi último disco y es el mejor y creo que tiene que haber una continuidad, creo que he encontrado por fin, porque yo he producido mis otros discos, incluso he producido “Stereo”, pero lo ha mezclado Pablo Ochando, que ha hecho un trabajo fantástico, pero he encontrado una línea, he encontrado una línea en donde estoy más cómodo, donde mi voz realmente es de verdad, donde todo es de verdad, no quiero decir que antes no lo fuese, pero en los otros cantaba y componía y lo hacía con más miedo y ahora me he encontrado muy cómodo con este disco.

Pablo Ochando te ha hecho ponerle músculo, subir las guitarras, la voz…
Creo que “Stereo”, por mucho que me cueste decirlo, se lo debo a Pablo, es un buen amigo y siempre hay una lucha de egos (risas).

En el último disco tenías letras sobre temática medieval, por ejemplo “Dulce Jimena”…
Buscaba hacer algún tema épico, yo fui uno de los que crecieron viendo la serie “Ruy el Cid Campeador” (risas), siempre había bromeado, de la importancia que tiene el personaje del Cid, y entonces, utilizando como metáfora esa lucha que nosotros tenemos con la música, con nuestros amores que nos esperan, nuestros sueños, nuestros ideales o nuestras cosas… entonces, utilicé metafóricamente esa historia con lo que podría ser entre comillas mi lucha. No es del todo siempre en primera persona, pero hay una pequeña parte de lucha mía. Quería trasmitirla llevándola a un personaje como el Cid, no es de ficción como el “Jabato” si no un personaje que existió y, de una manera u otra, todos tenemos una simpatía hacía él… igual los moros no tanta, (risas) a lo mejor era un tirano, pero a nosotros nos lo contaban de una forma épica en el colegio.

¿Qué quieres transmitir con tus canciones?
Emociones, no intento crear una cátedra con ello ni hacer un alarde de algo si no simplemente son emociones, se que muchas veces me equivoco pero como es lo que quiero escribir pues lo hago.

Otra de las canciones se titula “Guerrero de trapo”, ¿quién es el guerrero?
Soy yo, cada uno puede ser. Pero realmente el guerrero de trapo es un luchador, es alguien que está luchando por sus deseos, por sus sueños, pero en este caso hay una chica de por medio. Pero también es muy metafórico todo, porque, cuando dicen que todos la quieren tocar, todos la quieren besar, todos con ella se quieren acostar, eso también puede ser esa fama que todo el mundo parece que quiere encontrar, entonces, bueno, la verdad es que es una canción bastante metafórica.

¿Recuerdas cuándo pensaste que te querías dedicar a la música?
La verdad es que no lo sé, cuando yo tenía quince o dieciséis años estaba haciendo segundo de BUP, mi padre me dijo, pero tú ¿qué cojones quieres hacer? y le dije, papá, yo lo que quiero es tocar la guitarra y navegar. A mi padre creo que le dio un síncope aquel día. Hoy lo hago. Luché por querer tocar la guitarra y navegar, es más, tuve la oportunidad de firmar un contrato con una empresa para trabajar en un hotel, y cuando estuve a punto de firmarlo, no lo firmé. Ahora me encanta recordarlo, les dije, yo lo que tengo que firmar es un contrato discográfico, no un contrato de mantenimiento de un hotel. Y lo hice. La primera vez que firmé un contrato fue discográfico.

¿Ahora no te arrepientes de aquella decisión?
No, me alegra muchísimo, y ese fue un guerrero de trapo fantástico, fue un guerreo valiente.

Siempre te has rodeado de grandes músicos para tus discos…
He tenido la suerte de estar rodeado de buenos músicos, sobre todo siempre han estado dispuestos y son mis amigos, eso me parece todavía más importante, lo hacen más fácil y son de una calidad humana excelente, y que además me parece que son muy grandes: Kate St John (saxofonista de Van Morrison) y también está por ejemplo Sid Griffin, de los Long Ryders, un grupo referente del country-folk.

¿En qué lado te sientes más cómodo, el folk-blues o el rock?
Me encuentro muy cómodo en el rock, me hace sentirme más seguro. Cuando empezamos a tocar y noto que detrás tengo un bajo, una batería, guitarras eléctricas, parece que me anclan, me fijan los pies en el escenario, mientras que cuando estoy sólo con la guitarra, creo que tengo algunas carencias como guitarrista, pero al final lo que quiero es intentar mostrar las canciones. Ayer por ejemplo, tocamos con la banda, me lo pasé muy bien y pude tener el lujo de soltar la guitarra y dedicarme a cantar.

¿Crees que te puede llegar a influir algo de lo que en ese momento estés escuchando?
Sí, claro, siempre suelo decir que escuchar a Bruce Springsteen me hace querer subirme a un escenario, escuchar a Bob Dylan me hace querer escribir canciones y escuchar a Neil Young me hace sentir las dos cosas. Pero luego pongo “Mediterráneo” de Serrat y digo, ¡yo soy así!

¿Como se hace para seguir manteniendo la ilusión, en unos momentos tan difíciles y de cambio en la industria musical?
Necesitamos una industria, necesitamos a alguien que nos dé a conocer, nos necesitamos tanto el uno como el otro pero lo que si tengo claro es que no necesito para nada la industria para poder hacer una canción. La industria discográfica no me araña el corazón ni me obliga a escribir, me explico, me araña el corazón una chica bonita, una historia que yo pueda ver en una pareja, me araña el corazón ver a mis hijos por la mañana, eso, unas ilusiones que yo tenga de futuro el pasado que he vivido, eso si, eso son emociones, pero la industria creo que esta en su sitio. Ellos ganar su dinero para que yo pueda también sobrevivir y poder de alguna manera también ganar el mío, porque es mi trabajo y es mi oficio, entonces no quiero entrar en una pelea de principios, pero, hay un artista que conocéis bien, se llama Joe D’Urso, que tenía un disco en el cual dice que maldito sea el primer promotor que dio un sobre a un locutor de radio.

Todavía no me han obligado a bajar los brazos y a perder la ilusión, quiero seguir escribiendo canciones, es lo que he decidido que sea mi oficio, no sé si lo hago bien o lo hago mal, pero es que ahora mismo no sé ni quiero hacer otra cosa.
El problema es que creo que la industria y la gente que esta dentro de ella se creen con la autoridad de tenernos que decir a nosotros como tenemos que hacer el trabajo, y creo que no es así, porque tiene que haber una comunión entre los dos, ni el artista tiene toda la soberbia de hacer lo que le quiera, que tiene todo el derecho, pero sobre todo la discográfica o la industria que marcan unos ritmos y unas pautas que también hay que respetar, entonces tiene que haber una democracia y una armonía.

El próximo trabajo igual tendrás que editarlo en vinilo, porque el cd parece que tenga los días contados.
Pero al final los vinilos hoy en día son más caros fabricarlos.

¿Qué artistas españoles te han influido a la hora de componer?
El artista español que más me ha influido, por lo menos el que más me ha hecho disfrutar es Joaquín Sabina, pero también tengo influencias de gente como Los Secretos y Antonio Vega y el pop español en general, incluso en algunos momentos en los ochenta no dejaba de escuchar el disco en directo de Los Rebeldes y luego por su puesto mi referente es Miguél Ríos, pero creo que Sabina, cubre la voz, la poesía y las letras de muchas canciones que a veces he intentado incluso emular.

¿Llegaste a conocer a Antonio Vega?
Si, a Antonio tuve la suerte de conocerle, vino a grabar “Anatomía de una ola” a los estudios Swing de Palma con Joan Bibiloni, que es gente con la que yo trabajo, Tony Pastor, el productor Pablo Ochando, Hugo Sócrate que es un percusionista que ha trabajado conmigo también. Iba a verles y para mi fue un impacto conocerle y quizá haya una influencia más subliminal de el hacía mi, el disco que más me gusta es “De un lugar perdido”, sobre todo como adapta el poema de Antonio Gala. Ese disco me parece muy bonito, más que el favorito de mucha gente que es “Anatomía de una ola” o bueno, “El sitio de mi recreo”.

¿Os gusta que os encasillen con determinados artistas o queréis tener vuestra propia independencia?
Por supuesto que hay unos iconos y unas referencias a seguir, eso es inevitable, y todo el mundo quiere tener su propia identidad, pero es imposible. Yo vengo de unos referentes, Sabina, Antonio Vega, el propio Springsteen o Dylan y es imposible que te diga que yo nazco y salgo de mi mismo, y con Bob Dylan, muchas veces he pensado en la coincidencia de que su primer disco fuera cuando yo nací.

Háblanos de la portada de “Stereo”, ¿Qué querías mostrar?
Yo quería presentar una portada que fuese muy mía, muy natural, yo vivo en Mallorca, el mar forma parte de mi vida, yo no soy un guitarrista ni un músico urbano, todas mis canciones tienen un poquito de sal mediterránea por encima, yo no tengo porque irme a New York y tirarme debajo de una alcantarilla a hacer el Lou Reed de turno cuando no es mi vida. Entonces me pongo mi abrigo de invierno, me doy un paseo por ahí y me hago las fotos, ahí soy ese marinero rockero que muchas veces la gente habla, y me gusta ese calificativo, porque es verdad.

¿Cuales serán los siguientes pasos después de “Stereo”?
Ahora mismo estoy trabajando a tope con “Stereo”. Al final los pasos que yo quiera dar, no son los mismos que da el disco. Vamos juntos pero hay uno que va más rápido o más lento. Ahora he conseguido una banda firme, estamos actuando en Baleares, Cataluña, cuando podemos venimos a Madrid, y poderlo defender en directo, que no es fácil. Ahí es realmente donde creo que un artista tiene que defender bien su verdad, y cuando la gente te cree y te puede valorar es con una guitarra.

Cuando nació mi hija hace dos años y medio, me vinieron unas letras para ella en Mallorquín, ya que es mi segunda lengua y bueno a partir de ahí empecé a hacer canciones y tengo como unas quince o veinte. Todas muy sutiles, en un futuro me gustaría enfocarlas hacía una producción tipo Rick Rubin con Johny Cash, una cosa muy cruda, muy austera y muy… iba a decir fácil, pero no es nada fácil hacerlo así.

¿Serían canciones orientadas hacía el folk?

Más folk, sí.

Por Alberto Vicente y Javier López