Placebo: "B3" (EP)

“B3” es el nombre que recibe el nuevo trabajo de Placebo, un EP compuesto por 5 canciones que devuelve a la banda británica al panorama musical tras tres años de vacío y gran inestabilidad, a raíz de la duda generada tras  la salida del batería Steve Hewitt y la entrada de  Steve Forrest en su lugar.
 
Con una mezcla de expectación y desconfianza comenzamos a escuchar el EP. Lo primero que nos sorprende son los sonidos crudos y directos, así como las múltiples capas de oscuridad y el marcado sonido garage-rock de su primer corte, “B3”. Estamos ante un tema que no obvia la importancia creciente que han ido alcanzando los sintetizadores en la banda londinense, pero que sin embargo elude la excesiva producción de anteriores trabajos. La voz de Brian Molko recupera aquí ese carácter épico y profundo que siempre le ha caracterizado.

“I know you want to stop” mantiene esa atmósfera oscura, que se hace más obvia con la introducción de guitarras disonantes, efectos de sonido y cambios que aparecen y desaparecen tan rápidamente que hacen plantearte si alguna vez han estado ahí. El sonido grunge que marcó a Nirvana queda claramente invocado aquí. Sin embargo, si escuchamos aleatoriamente este tema, parece más una carta de presentación de un grupo desconocido que un nuevo tema de uno de los grupos más consagrados del rock actual (aspecto alabar y reseñar). Estamos ante una canción que busca sorprender y provocar.

Sin embargo, las baladas de rock lento, doliente y crítico que siempre encuentran su lugar en la discografía de Placebo, tienen aquí su representación a través de “The Extra”, canción que se ocupa de la falta de identidad que parece marcar nuestras vidas, donde ya no sabemos si somos los protagonistas o un extra cualquiera, mal dirigido por un director al que nunca llegamos a conocer. La canción sorprende en su desarrollo, pues a la cadenciosa batería, se suma la atmósfera creada por sintetizadores y pianos. Devastadora canción donde hay espacio también para la crítica política.

“I.K.W.Y.L.” ofrece un inicio marcado por la superposición de capas de guitarras, donde tempranamente se erige la voz de Molko que no duda en interrogarte. Tras ello, la batería y los sintetizadores dotan de ritmo a un tema que parece no querer desmarcarse de la imagen oscura, garage y post-rock de todo el EP. Aunque la canción trata de convertirse en vertiginosa por momentos, no lo logra, pues ese no es el objetivo, ya que su propósito real es mantenerte alerta e intimidarte (“I Know Where You Live” reza el tema).

Y como punto final y claro enlace con los orígenes de la banda (aunque aquí pesa y mucho la madurez), disfrutamos del sonido crudo, realista y alejado de la superproducción, con “Time is Money”, que ya desde su título busca la polémica y la crítica. Estamos ante una preciosa composición post-rock, que desde el minimalismo de un bajo, una apagada guitarra y unas leves percusiones, cuestiona la fe y el sentido de la vida, poniendo de relieve los aspectos problemáticos ligados con nuestra existencia. Sin embargo, nos plantea que quizás el amor sea el catalizador y sentido de la misma. Aunque finalmente llega a la conclusión de que no es más que el veneno que nos lleva al final.

Tras escuchar “B3” lo que queda claro es que Brian Molko ha sabido encauzar la dirección de Placebo sin perder el espíritu que siempre ha caracterizado a la banda. Tenemos ante nosotros un trabajo serio, alejado de la pretenciosidad de anteriores proyectos y que demuestra cómo se pueden enlazar dos fases tan alejadas como el inicio y la madurez. Un EP que te llega directo al alma gracias a su sencillez y su compromiso.

Por: Rubén López / ruben@elgiradiscos.com