Bear's Den: “Red Earth & Pouring Rain"

Por: Txema Mañeru 

Si con su debut de hace dos años, “Islands”, aún no lo lograron, con el magnífico título y resultados de su reválida, “Red Earth & Pouring Rain” (Communion / Caroline / Music As Usual) conseguirán los Bear’s Den el eco que merecen. Los de Kevin Jones han logrado con este disco dejar esa imagen que tenían como meros colegas y seguidores de los Mumford & Sons. De hecho, Jones, Ian Grimble y el propio Ben Lovett fundaron el sello Communion Records hace un par de años con el que nos están dando a conocer muy buenos discos y grupos. 

 La verdad es que la salida de Joey Haynes de la banda apenas si se ha notado y con la honestidad por bandera y un trabajo de más de tres meses en Gales junto a Grimble han sacado una colección de canciones realmente meritoria. Suenan generalmente melódicos e intimistas y sí que debieran prestarles atención los muchos millones de seguidores de los Mumford & Sons, aunque su propuesta es más pop y menos folk. También destaca mucho en el conjunto la emotiva y más que agradable voz de Andrew Davie

Abren el nuevo disco con el tema titular con ya la primera melodía destacada, elegantes teclados y unas guitarras muy bien dispuestas. No faltan perlas de aires más folk como la parsimoniosa y hermosa "Love can't stand alone". Tampoco faltan algunos logrados estribillos como el de "Broken parable", con otra buena melodía, y ahora también con algunas guitarras y arreglos hasta cercanos a los U2 de los años ochenta. 

El final sube también el listón, tras algunos momentos de titubeo, y lo hace merced a la experimentación reposada de "Fortress", que sirve de prueba a los que les comparan con The War On Drugs. A esta le siguen los dos temas finales de nuevo más folk, al estilo de los de sus debut, pero también con ciertos aromas hasta a los Fleetwood Mac. Se titulan "Gabriel" y "Napoleon" y a pesar de ese título final esto no va a ser su Waterloo particular, sino que estamos ante la consolidación y resurrección de un proyecto que nos debe deparar muchas más alegrías en un futuro próximo.