Por: Alejandro Guimerà
Una de las grandes efemérides de este agosto del 2016 ha sido los cincuenta años desde la publicación de "Revolver", el disco que lanzaría a los Beatles hacia nuevos terrenos musicales (avanzados con "Rubber Soul") y que cambiarían el rock para siempre, dándole infinitas posibilidades antes desconocidas y encumbrándolo a la categoría de arte. Un paso del entretenimiento juvenil a forma artística que llegó con la madurez de este cuarteto irrepetible.
En 1966 John, Paul, George y Ringo llevaban más de tres años de frenético estrellato mundial. Sesiones de grabación maratonianas, constantes ruedas de prensa, películas, galas institucionales, giras agotadoras, incesante agobio de las fans quinceañeras y exigencias de su discográfica Capitol (EMI) para publicar dos discos anuales con hits inmediatos. Exhaustos de ese modo de vida, a la vez que inquietos e inconformistas con su música, decidieron que había que poner fin a unos conciertos en los que la música era lo de menos, al quedar ahogada por los chillidos de un público que les adoraba cual atracción de feria. De este modo fue como decidieron cancelar las giras para centrarse en tareas de composición y producción de discos - donde mas cómodos se sentían -, motivados además por las enseñanzas de otros rockeros como Dylan, los Byrds o los Stones.
Para empezar con el nuevo disco eligieron una portada vanguardista obra del amigo de la época de Hamburgo, el alemán Klaus Voormann (por entonces bajista de los Manfred Mann) y barajaron varias propuestas de título antes de dar con el definitivo. Desde "Abacadabra", descartada por haberla usado otra banda, "Free Wheelin' Beatles", "Beatles On Safari" o "Magic Circles". Definitivamente "Revolver" fue gravado entre abril y junio en los estudios Abbey Road, bajo la supervisión del “quinto Beatle” George Martin y del ingeniero de sonido Geoff Emerick, en unas sesiones en los que la experimentación, las dificultades y las diversiones se repartieron en partes iguales y en las que la introducción de la doble pista fue la principal novedad.
El disco lo abre "Taxman", de George Harrison, con su voraz crítica al sistema de impuestos británico, una sección rítmica impagable con un bajo de Paul en estado de gracia y unos riffs de escándalo, como el que causó George al citar de modo expreso al primer ministro y al líder de la oposición. Le sigue "Eleonor Rigby", una auténtica oda a la soledad a cargo de McCartney, que se acompañó de un cuarteto de cuerda - es el primer tema del rock en el que no aparecen ni guitarras ni baterías - y unos coros soberbios. Mas clásico es "I' m Only Sleeping" de Lennon, que retoma los discos anteriores en el apartado musical, a excepción de las guitarras invertidas que complicaron las cosas a George Martin, pero que trae esa poesía introspectiva y personal que tanto explotaría su autor en el futuro.
Otro salto titánico de la banda viene nuevamente de la mano de Harrison, quien da rienda suelta a su fascinación por la cultura hindú con "Love You To", en el que el uso del sitar es introducido en la música popular occidental y con la que da un mensaje de amor universal preámbulo del hippismo. La ternura llega de la mano de "Here, There And Everywhere", inspirada en "God Only Knows" del Pet Sounds y compuesta por Paul en poco más de una hora tumbado en la piscina de John. En el estudio la deliciosa melodía se engordó con delicadas voces en armonía. Es la cara cándida de la psicodelia.
El contrapunto desenfadado la trae la simpática e inmortal "Yellow Submarine", cantada por la voz nasal de Ringo y dedicada al público infantil a pesar de las especulaciones de mensajes ocultos. De estribillo facilón, trompetas y efectos sonoros cómicos, de la canción surgió una película de dibujos con su banda sonora. Amén que en ella participaron Donovan, Marianne Faithfull y Brian Jones entre otros, cantando o en los efectos sonoros. Más oscura es "She Said She Said", ideada tras un viaje con LSD de John en Los Angeles junto a Peter Fonda en la que aquel le contó una experiencia suya cercana a la muerte.
La cara B se abre con un divertimento de Paul, "Good Day Sunshine", que compuso con los Lovin Spoonful en la cabeza y que grabaron con un piano, bajo y baterías dobladas. "And Your Bird Can Sing" podría encajar con el repertorio anterior del grupo por letra y música, a no ser por la forma con la que John la canta poniendo toda su alma y casi desgarrándose las cuerdas vocales. Al parecer el tema fue una imposición para llenar el cupo y Lennon la escribió odiándola. "For No One" es una de esas joyas minimalistas que McCartney nunca ha dejado de regalarnos. Tierna y frágil, su belleza viene acompañada por una simple instrumentación y por una corneta inglesa lacrimógena.
Una de las últimas composiciones a cuatro manos entre John y Paul, “Doctor Robert”, trata de un médico de clases acomodados que recetaba a sus pacientes drogas a diestro y siniestro. De guitarra memorable, ritmo lisérgico y un puente onírico-somnoliento (como el efecto de las drogas). Otra de las creaciones del benjamín del grupo George es " I Want To Tell You", con la que vuelve a reivindicarse a pesar de que la dupla John-Paul la habían descartado. Afortunadamente este segundo accedió a incluirla para poder experimentar con ella tras los mandos. Lo mismo hizo con su "Got To Get You Into My Life", de base jazzística y alma psicodélica, con unos vientos cuyos instrumentsitas fueron elegidos por el propio Paul tras patearse varios locales de jazz del Soho.
El disco concluye con uno de los mejores ejercicios de psicodelia de la época, "Tomorrow Never Knows", surgida de la mente de John regada de LSD, de ritmo hipnótico y batería de Ringo memorable. Con ella experimentaron en el estudio, dando con nuevos efectos sonoros, grabando guitarras al revés, reverberando la voz, jugando con el multipistas....
A pesar de lo atrevido de la nueva propuesta de los de Liverpool, el elepé estuvo varias semanas en los primeros puestos de las listas de éxitos en ambos lados del Atlántico y su influencia en los grupos de la época fue letal, pues tras "Revolver" se sucedieron los discos innovadores y las bandas creativas, en un año 1967 que quizás es el más prolífico que haya tenido el rock, pues entre otros, fue el año de la continuación de “Revolver” con el extraordinario "Sgt Pepper' s Lonely Hearts Club Band". También fue cuando comenzaron las discrepancias y desunión de los cuatro. Pero bueno, eso es otra historia.