Yacht & Straight Gaze

Madrid, 9 abril 2010. Sala El Sol
Los norteamericanos Yacht & Straight Gaze se plantaron en Madrid para presentar su cuarto álbum, See Mystery Lights. El primero como dúo.
Llegaban precedidos por las noticias que nos avisaban de su rotundo éxito en el South By Southwest (Texas) de este año, y las alabanzas que les dedican en la prensa especializada de medio planeta. Tocaba la hora de verles en nuestra ciudad.

Abrió la noche Bobby Birdman. El californiano nos hizo entrar en calor con el set de trío que realizó. Con su sonido pop, por momentos psicodélico, siempre electrónico y en ocasiones dramatizado hasta el límite, sedujo al público madrileño que iba llenando la sala, para despedirse con el ambiente ya a la temperatura idónea para dar paso a la chicha.

Jona Bechtolt y Claire L. Evans incendiaron el escenario desde el momento que lo pisaron para dejarlo reducido a cenizas. Salpicaban las canciones de su último álbum con coreografías robóticas y una enérgica puesta en escena que poco a poco iba desatando la locura. Interactuando continuamente con el público, ya sea bailando entre la gente, proyectando imágenes en la pantalla u ordenando gritar a todo el mundo, pronto calaron hondo en los madrileños allí congregados.

No podían faltar temas como Ring The Bell, You Can Live Anywhere, It’s Boring, Summer Song, The Afterlife o Psychic City con los que contagiaron a la audiencia madrileña que bailó, cantó, gritó, se divirtió y participó de buen grado durante toda la actuación.

Provocativa, Claire se movió por el escenario coqueteando con todo tipo de artilugios, le sirven tanto los monitores que bordean el escenario, como el pie de un micrófono, e incluso el cuello de su vestido, con el que se inventó una especie de burka para realizar un baile arrodillada desde el suelo. Supo absorber la atención de la audiencia durante la noche.

Desde que el 8 de abril que comenzara su gira europea, y hasta el 9 de mayo que la den por finalizada, habrán dado un total de veintinueve conciertos en el viejo continente en apenas un mes. En escena son un autentico arrabal de energía y descontrol, además, vienen con el sello de estar entre los mejores álbumes de música electrónica de 2009. Son unos auténticos animales de escenario.

Texto y Fotos Iván González